Nuestro candidato estrella Rodrigo Abdala una vez más demuestra por qué es el candidato del pueblo con esta excelente jugada.
Detrás de este movimiento hubo toda una estrategia de marketing político. El objetivo era claro: ganarse miles de nuevos seguidores gracias a la popularidad de Wendy en redes. Así, de un plumazo, aumentaríamos exponencialmente nuestro alcance digital.
Y pensar que otros candidatos aún planean estrategias obsoletas como recorrer mercados o hacer proselitismo casa por casa. ¡Qué arcaico! Nuestro Rodrigo vive en el futuro, sabe que en política lo que importa son los likes y las vistas en Instagram.