Sergio Salomón y el gobierno trashumante
Álvaro Ramírez Velasco
Antes de que termine 2023, el gobierno de Sergio Salomón habrá recorrido los 217 municipios poblanos, para entregar obras, llevar el Martes Ciudadano de atención directa o encabezar acciones. Lo habrá hecho en menos de un año, desde que fue elegido por el Congreso del estado.
Desde su llegada a la titularidad del Poder Ejecutivo definió esta estrategia para mirar a los ojos a poblanas y poblanos y escucharlos en primera persona.
La memoria me remite, en este esfuerzo de asistencia y contacto permanentes, que ha simplificado hoy el mandatario poblano en su lema “Gobierno Presente”, solamente hasta los días de Melquiades Morales Flores, quien solía hacer giras, aunque ni tan intensas ni tan constantes.
Sergio Salomón ha roto con la visión centralista del poder en Puebla y que se ha reeditado a nivel federal y en los gobiernos de todos los colores, en varias épocas, salvo en la actual administración poblana y en el Gobierno de México, que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
En Puebla y en Palacio Nacional se ha privilegiado la trashumancia como modelo efectivo y constante de gobierno. No hay otra forma de mirar a los ojos y escuchar la propia voz de los gobernados, sino yendo a su en encuentro, cambiando de lugar y de sitio constantemente, viajando y visitando. Trashumar, en su significado simbólico.
Al cumplir un año el también trashumante gobierno de López Obrador, la periodista Jannet López Ponce, en Milenio, hizo una interesante analogía sobre las giras del presidente, en un texto cuya cabeza fue Cuatro vueltas al mundo... sin salir del país.
En la primera parte del cuerpo del material escribió: “Andrés Manuel López Obrador ha roto todos los récords. En un año, el presidente ha recorrido el equivalente a poco más de cuatro vueltas al mundo sin siquiera poner un pie fuera de México. Una en carretera y tres en avión”.
Desde antes de ser gobernador, cuando presidió el Congreso local, ya Sergio Salomón tenía este modelo de trabajo. Ahora lo ha intensificado y como titular del Ejecutivo se ha hecho acompañar de casi su gabinete en pleno.
Visto de este modo, de facto ha trasladado la sede gubernamental, por días enteros, a otros sitios, para estar de cerca con la gente.
A mediados de mes estuvo tres días en la región de Teziutlán y luego ha repetido la labor itinerante con permanencia de varios días, también en la Sierra Norte.
A principios de julio, al cumplir 200 días de gobierno, hizo en su cuenta de Twitter un recuento del camino andado: “así iniciamos un largo camino que nos ha llevado a visitar la primera centena de municipios, al cierre de este año, estaríamos visitando los 217. Así también trazamos una nueva ruta de apertura a las distintas expresiones que conforman nuestra sociedad, lo mismo emprendedores que activistas, representantes y líderes sociales, actores políticos, pero sobre todo, ciudadanas y ciudadanos”.
El próximo año será intenso electoralmente, pero no paralizará al gobierno. La intensidad que ha imprimido Sergio Salomón a su administración seguramente continuará, a pesar de las vedas y las pausas, que las leyes electorales establecen.
Por lo pronto, el promedio de un municipio cada dos días, se incrementará en los próximos meses.
Los poblanos y las poblanas de todas las municipalidades habrán recibido a Sergio Salomón, antes de que concluya el año.
Se ha tomado como una meta muy seria aquella frase de Antonio Machado, que luego musicalizó Juan Manuel Serrat: “se hace camino al andar”.