Álvaro Ramírez Velasco
El reconocimiento que hizo el canciller Marcelo Luis Ebrard Casaubón, de que en Puebla hay equilibrio y pluralidad política, dibuja el esfuerzo que ha realizado el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina de mantenerse imparcial en todas las rutas que llevan a la elección del año 2024.
Si bien el estado puede considerarse una plaza que tiene una contundente preferencia por la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, nada puede reprochársele al mandatario y a su administración, en cuanto a favorecer a uno o a otro aspirante presidencial.
Aquí ha venido las veces que ha querido, en la era de Sergio Salomón, el secretario de Gobernación federal, Adán Augusto López Hernández, y se le ha recibido con cortesía y con apertura.
Igual ha ocurrido con Claudia Sheinbaum, quien es quien más ha conectado con los y las lopezobradoristas poblanos y poblanas.
Pero que ella sea la favorita en territorio estatal no quiere decir que ha sido por algún elemento que genere parcialidad por parte del gobierno del estado.
Sergio Salomón y los suyos, en el terreno estrictamente institucional, han procurado equilibrio e imparcialidad, tanto en la ruta hacia la sucesión en la Presidencia de la República, como en la batalla por la gubernatura, en 2024.
Haciendo una analogía con las zonas de Estados Unidos en las que no se permite el arresto de migrantes indocumentados, a las que se llama ciudades santuario, en términos políticos Puebla viene a ser un territorio santuario, en el que no se favorece, no se agrede y se recibe a todos aquellos quienes aspiran a llegar a Palacio Nacional, lo mismo que a Casa Aguayo.
“Yo veo el ambiente político aquí en Puebla… quiero reconocer la actitud de Sergio de respeto a todas y a todos, porque esta comida (con funcionarios y la clase política local), que hemos encontrado aquí en Puebla, no se podría hacer en otros estados… Y aquí el gobernador recibe a todos, respeta a todos…”, dijo Marcelo Luis.
Que lo diga el titular de Relaciones Exteriores (SRE) tiene mucho peso, porque en la narrativa de su aspiración, sus seguidores han dicho que es el perjudicado del supuesto favoritismo.
Sí Marcelo en Puebla encontró calidez y buenaventura fue precisamente por este tono de imparcialidad que aquí se vive.
Por cierto, que durante su visita igual se tuvo de invitado al diputado federal Moisés Ignacio Mier Velasco, en la comida en Casa Puebla, que luego al presidente del Senado de la República, Alejandro Armenta, en la inauguración de las oficinas de pasaportes en Tepeaca.
En lo que se refiere a Puebla, en la carrera no habrá trampas.
Los dados en esta tierra no están cargados.
Eso de las cartas marcadas tampoco opera en la entidad.
Se llama madurez política.
Y se puede presumir como institucionalidad de Estado.