Los Juegos Músculo a ras de suelo: la Operación Sheinbaum
Álvaro Ramírez Velasco
Por encima de quienes solamente viven de la selfie para crear una falsa percepción de cercanía con la gente; también rebasando, por la izquierda, a quienes presumen un fingido liderazgo, este fin de semana, las anclas barbosistas comenzaron en Puebla una operación masiva de contacto con la gente y, colateralmente, de apoyo a Claudia Sheinbaum, la “corcholata” lopezobradorista más adelantada y con sello de inalcanzable.
El mensaje del músculo poblano de apoyo a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México es contundente y va más allá de las encuestas y las redes sociales, porque las elecciones no se ganan con los vociferantes del Twitter y el Facebook.
Sino con los votos de la gente real, esa multitud que ni ve ni escucha aquel simulado mundo alterno. Son los que llevaron a Andrés Manuel a Palacio Nacional en 2018.
Con asambleas distritales en las cabeceras de San Pedro Cholula, Cuautlancingo, Zacapoaxtla, Tlatlauquitepec y Teziutlán, sábado y domingo se dio por inaugurada una operación que seguirá las próximas semanas.
No es un mensaje menor que las también llamadas “corcholatas barbosistas”, los personajes que han expresado su interés en participar en la sucesión de 2024, encabecen, junto a los líderes regionales, esas asambleas.
El grupo del gobernador Miguel Barbosa Huerta manda así una misiva con énfasis de unidad y de definición de una ruta en la que no hay posibilidad de transitar sin éste.
Desde la elección interna del Consejo Estatal, luego del Comité Ejecutivo Estatal (CEE) y después de los lugares para los poblanos en el Consejo Nacional, quedó firme el mensaje de que en Puebla nadie gana sin el barbosismo.
Junto con la dirigencia estatal, consejeros e integrantes del gabinete con potencial electoral, se ha sumado a Claudia una organización que, sin eufemismos y sin simulaciones, deja clara su meta: Colectivo Operativo Puebla por Claudia Sheinbaum.
Las cinco asambleas distritales del fin de semana sumaron más de 10 mil asistentes, que prometen convertirse en activos de carne y hueso para quien aparece como la favorita de Palacio Nacional, para suceder a Andrés Manuel López Obrador.
Solamente a ras de suelo, con la inclusión de las fuerzas genuinas desde todas las coordinadas del estado, es como se puede garantizar una victoria tan sobrada como legítima, como la que pretende el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en las urnas en 2024, en el estado.
No es suficiente con que las encuestas den como preferido al partido del Presidente. Hace falta consolidar la ruta.
El equipo de Sheinbaum y la propia jefa de Gobierno han calculado con precisión cómo andar los caminos poblanos, todos, y con quién, para construir un triunfo. No hay más.
Supuestos dirigentes y falsos líderes, con simulación de soporte social, fueron detectados a tiempo en el cuarto de guerra de Sheinbaum.
La elección, y antes la definición de Morena, solamente llegará de la mano de la gente, de los poblanos. Y en Puebla, la gente y el músculo está solamente de este lado.
Sin el barbosismo nadie puede ganar en Puebla.
Los demás pueden seguir en los restaurantes de lujo comiendo chilitos en Nogada.