Los Juegos Héctor Sánchez, el regreso a la madriguera
Álvaro Ramírez Velasco
El presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) del Estado de Puebla, Héctor Sánchez Sánchez, nunca -o casi nunca- ha sido un tipo en quien se pueda confiar, durante el actual régimen. La devoción patronal que le profesa todavía al clan Gali Fayad lo hace tropezar, lo exhibe y lo merma, porque pareciera que sus pasos recientes lo han llevado de regreso a esa madriguera, tan señalada por su profunda corrupción y acuerdos inconfensables.
Mal momento ha escogido Héctor, el varón de los afectos queretanos, para ir en búsqueda de sus antiguos empleadores, justo cuando están por revelarse datos de las investigaciones contra el ex minigobernador José Antonio, alias “Tony”, Gali Fayad.
Este personaje, que a los ojos públicos quiere mostrar una vida rosa de fotografía de revista, en realidad tiene sus propios y suficientes ángulos negros, como para verlo con recelo.
La historia de este mismo fin de semana, con la que dejó ver sus intactas filias al galismo, las que lo desbarrancan con mucha facilidad, se debe escribir en dos actos:
PRIMER ACTO
Día: Viernes 12 de agosto de 2022
Lugar: Patio de la sede de la Escuela Libre de Derecho de Puebla.
Motivos: Ceremonia de inicio de cursos y entrega de reconocimientos.
En este encuentro, al que fue convocado Sánchez Sánchez y representantes del Gobierno del Estado y del Ayuntamiento de Puebla capital, se entregaron reconocimientos a “abogados distinguidos”.
No habría pasado realmente nada relevante, de no ser por la calaña de uno de ellos, a quien recientemente le fue retirada una notaría, por el cúmulo de anomalías con que fue entregada por el morenovallismo, además de que tiene un proceso por uso de documentos falsos: Sergio Penagos García.
El veracruzano, quien probó directamente las mieles de los excesos que le prodigó el fallecido Rafael Moreno Valle Rosas, está ahora mismo en un proceso de amparo contra el retiro de la Notaria Pública 9 de Cholula, Puebla.
Apenas fue mencionado el apellido Penagos y el sujeto pasó por su “reconocimiento”, cuando el consejero jurídico del Gobierno de Puebla, Carlos Palafox Galeana, deslizó el papel, para despojarse de tan penosa obligación; se lo dio al representante del Ayuntamiento, quien también hizo gestos de desaprobación.
Presto, Héctor Sánchez alzó la voz y arrebató el diploma, para presumir: “yo se lo entrego a mi amigo”. La fuerza del volumen de sus palabras se incrementó en la palabra “amigo”.
SEGUNDO ACTO
Día: Sábado 13 de agosto de 2022.
Lugar: Sucursal del lujoso restaurante Hunan, en la Ciudad de México.
Motivos: Inconfesables.
En el mismo restaurante en que fue captado, en octubre de 2021, el hoy preso y entonces con brazalete y arraigo, ex director de Pemex, Emilio Lozoya Austin, dándose la gran vida con las especialidades de la gastronomía china y vinos carísimos, comió Héctor con José Antonio Gali López, hijo de su antiguo patrón, y otros nada recomendables compañeros de mesa, incluida la presencia femenina.
La foto que tomó un indiscreto comensal los delata, cuando han terminado y se abrazan tras los acuerdos de sobremesa, mientras al lado yacen vacías las botellas de carísimos licores que libaron entre risas y conjuras.
La pregunta es ineludible: ¿recibe el presidente del TSJ todavía instrucciones de sus ex patrones o todavía patrones?
Cuentan en las entrañas del Partido Acción Nacional (PAN) en Puebla que, cuando Héctor, quien no ha dejado a ninguna antigua aliada sin trabajo, “siempre las ayuda con chamba, al menos”, que cuando bebe y se le va la mano, suele presumir que “ya se ganó” al gobernador y que, por eso mismo, Tony Gali “ya no tiene nada de qué preocuparse”. Todo lo que pase por las manos del ex síndico -agrega la versión- contra el ex minigobernador, “será parado”. La impunidad como promesa del paraíso.
Héctor se desbarranca a la primera. Pero la prueba de ácido de lealtad a la ley y a Puebla, la tendrá pronto. Es inexorable.
Cuando aparezcan y se comiencen a desarrollar los procesos judiciales contra Gali Fayad, sus ex colaboradores y miembros de su familia, ¿Sánchez se pondrá del lado de la legalidad y la justicia para un estado tan burdamente saqueado?
Porque también tiene otra opción: seguir sumido en la ignominia indeleble del servilismo a su amo.
Agregado y aclaración
A raíz de la publicación de esta columna, el director de Comunicación del TSJ, Mariano Serrano, me contactó para ponerme al tanto de que la persona que aparece en la fotografía con Sánchez Sánchez no es José Antonio Gali López, sino “el joven empresario Fernando Espina Montoto”.
A la par, en Twitter el usuario @Restaur29691923 expuso que:
“Por petición del comensal no pondremos su nombre pero nos pide aclarar que tomaron sin autorización contenido de historias de su cuenta personal de Instagram donde hacía un toma panorámica del restaurante Human (sic) y en la cual mostraba la decoración y platillos.
“En el contenido de la toma salen comensales y personal del restaurante, en una de las historias alguien con mala intención logra captar a unos comensales los cuales hoy salen en notas periodísticas pero que en nuestra opinión los están confundiendo con otras personalidades.
“El comensal al que te refieres pide aclara que la imagen se tomó de manera dolosa de una historia de Instagram donde se encontraba comiendo con varios amigos, acá un recorte de su historia con un segundo de avance @Alvaro_Rmz_V”.
Hasta aquí la petición textual.
Sobre el caso, también otras fuentes se pusieron en contacto, para aportar más datos sobre el magistrado, que serán materia de próximas entregas.
Es cuanto.