[20:23, 8/4/2022] Alfredo: Álvaro Ramírez Velasco
La oposición bien podría, en lugar de lanzar lastimeras quejas contra el Presidente y empeñarse en su estéril convocatoria a no participar en la Consulta Popular sobre Revocación de Mandato, ocuparse en analizar cuántos, quiénes, en dónde y cómo acuden a las mesas receptoras de todo el país, en este ejercicio, para ir perfilando estrategias electorales eficientes hacia junio próximo para las elecciones en seis estados, hacia los procesos de 2023 en el Estado de México y Coahuila y, especialmente, hacia 2024.
Tiene razón Andrés Manuel López Obrador en considerar que sus adversarios están “moralmente derrotados”, pues se empecinan en descalificar un proceso que sus mismas bancadas avalaron en 2019, en las dos cámaras del Congreso de la Unión.
Priístas, panistas y demás acompañantes gastan demasiada saliva y hacen muchos corajes con las acciones, evidentemente, abusivas del habitante de Palacio Nacional y sus funcionarios, respecto de la promoción de este proceso, y se ahogan en el mismo vaso de agua que el tabasqueño les ha servido.
Nunca como ahora, los dirigentes partidistas, algunos que se autodescriben como animales políticos con harta experiencia, tendrán la oportunidad de ver el póker abierto del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y sus partidos aliados, como en la operación que realicen este domingo 10 de abril, para llevar participantes a la consulta en la que piden votar para que siga AMLO.
Por supuesto, López Obrador y el “SÍ” ganarán abrumadoramente. Más de 90 por ciento, con mucha probabilidad, alcanzará la consulta a su favor.
También es previsible que no se conseguirán los 37.2 millones de participantes, 40 por ciento de la Lista Nominal Nacional, para que el ejercicio sea vinculante; es decir, que tenga efectos jurídicos.
De cualquier modo, el Presidente encontrará en su conferencia matutina en Palacio Nacional, del lunes 11 de abril, la vía retórica para justificar la mediana o escasa participación en las mesas receptoras, para también descalificar y culpar al Instituto Nacional Electoral (INE) de ello y, finalmente, para celebrar que haya ganado de manera tan contundente el “SÍ” a su favor.
La esgrima discursiva es una de sus mejores y más desarrolladas habilidades, la que despliega con especial encanto, ante una oposición tartamuda de argumentos.
Pero si los dirigentes del PRIANPRD quieren aprovechar eficientemente esta oportunidad y dejar para otro día sus lamentos, victimización y párvulos argumentos, bien podrían este 10 de abril poner atención a la radiografía de operadores, simpatizantes y modo de desplegar la movilización de la llamada Cuarta Transformación (4T).
Quiénes mueven, cómo los mueven, a dónde los mueven y hasta la velocidad a la que lo hacen los operadores del lopezobradorismo en todo el país, estará ante sus ojos, como nunca.
Un dato: si ponen atención, en Puebla y en muchas otras entidades, se darán cuenta que muchos de los más exitosos operadores de la 4T militan en sus propios partidos.
Es cuestión de limpiarse las lágrimas y abrir bien los ojos.