Los Juegos AMLO cubierto de gloria y la Batalla de Puebla

Álvaro Ramírez Velasco /ExilioMx

Un mes después de que gane, como ocurrirá inexorablemente, de nueva y simbólica cuenta la Presidencia de la República, en la Consulta Popular sobre de Revocación de Mandato, Andrés Manuel López Obrador encabezará el desfile de la Centésima Sexagésima (160) Conmemoración de la Batalla de Puebla del 5 de mayo de 1862.
Está llena de alegorismos su presencia en la tan significativa fecha para Puebla y para México, que evoca el glorioso día en que “las armas nacionales se han cubierto de gloria”, como informó el General Ignacio Zaragoza Seguin al presidente Benito Juárez García, en un telegrama.
López Obrador es un orgulloso -y lo reitera en cada ocasión- juarista, quien además se ufana de su inquebrantable e incansable lucha contra los “conservadores”, como ocurrió en aquella etapa del país.


Llegará a Puebla -aunque semanas antes podría hacer una visita para otros fines- el Presidente de la República “cubierto de gloria” o al menos así lo verán sus más fieles seguidores, pues el resultado de la Consulta Popular no será otro que un contundente y abrumador apoyo para que continúe en Palacio Nacional.
No importa si se consigue la participación de al menos 37 millones 439 mil 23 ciudadanos, 40 por ciento de los inscritos en la Lista Nominal nacional, para que el ejercicio sea “vinculante”, como establecen las leyes; es decir, para que tenga efectos jurídicos.
Y no importa, porque en cualquier proporción de ciudadanos que acudan a las casillas el domingo 10 de abril, ganará la opinión a favor de que siga López Obrador en la Presidencia.
Eso se traduce en que será también el primer mandatario en la historia de México que se somete a un ejercicio de evaluación popular y consigue el refrendo del apoyo. Será glorificado.
En otra línea de los simbolismos, la presencia del tabasqueño en Puebla romperá con siete años de ausencia de un presidente en la conmemoración de la Batalla, para encabezar el desfile cívico-militar.
Desde que Enrique Peña Nieto estuvo el 5 de mayo de 2014, ningún presidente ha regresado a la tan importante, la más, fecha histórica para los poblanos.
El priísta dejó de venir a esa celebración por una afrenta que realizó Martha Érika Alonso Hidalgo, en su contra, en abril de 2015. La esposa del entonces gobernador Rafael Moreno Valle Rosas -los dos ya fallecidos- arengó en un mitin político contra el entonces presidente, pues dijo a la concurrencia de la colonia Villa de las Flores de la capital poblana, que Peña era “guapo”, pero había resultado un mal gobernante, que no servía de “nada”.
“Les voy a decir algo. Yo sé que nuestro candidato está guapo -dijo sobre el entonces abanderado a diputado federal por el PAN, José Cabalán Macari Álvaro-, ¿o no? Pero, pero, ojo, no nos podemos dejar llevar por lo guapo. ¿Qué pasó la vez pasada? ¿Cuánta gente en la elección presidencial dijo hay yo voy por este porque está bien guapo? Y ahí está lo guapo, ¿y de qué nos sirve lo guapo a los mexicanos? De nada”, escupió la panista contra Peña Nieto.


Eso fracturó irreparablemente la relación entre Moreno Valle Rosas y Peña.
Martha Érika fue enviada a Nueva York, días previos al 5 de mayo, para atender una supuesta agenda con la comunidad poblana, con la esperanza del gobierno del estado, de que su ausencia permitiera a Enrique Peña Nieto acudir a la Conmemoración 153 de la Batalla.
Sin embargo, al ratificar el Presidente de la República su desdén y su inasistencia, ella regresó para estar al lado de su esposo en el presídium del acto.
En uno más de las alegorías, está el hecho de que por primera vez un presidente y un gobernador de izquierdas, estarán a la cabeza de la celebración más importante para Puebla y una de las más representativas del país.
Para simplificar: se van a poner bastante buenos el próximo desfile, la feria, que se celebra a la par, y las señales políticas.