Después de que el Gobierno de Estados Unidos ofreciera 20 millones de dólares por la captura de cuatro hijos de Joaquín El Chapo Guzmán —cinco millones por cada uno de ellos—, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha asegurado que la detención de los hijos del narcotraficante es una prioridad para su Gobierno y si están en el país deben ser las autoridades mexicanas quienes efectúen las aprehensiones. “Si están en territorio nacional, a quien corresponde detenerlos es a nuestra autoridad, no se permite que ninguna fuerza extranjera actúe en esta materia ni en ninguna otra, nosotros somos lo que tenemos que hacer nuestro trabajo de acuerdo con las investigaciones que se llevan en México”, ha declarado en su conferencia matutina en Palacio Nacional.
El mandatario recordó que, contrario a lo que sucedía en los sexenios pasados en los que había contubernios entre autoridades y grupos del crimen organizado —como el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna—, en su Administración no se permite esto. “No hay impunidad para nadie y no es como era antes”, afirmó.
El mandatario mexicano recordó este miércoles el llamado Culiacanazo y reconoció que fue un operativo que no se ejecutó bien, con muy poco personal y que generó una reacción muy agresiva por parte de los narcotraficantes. “En ese entonces se hizo un cálculo de que serían más de 200 muertos. Por eso fue que yo tomé la decisión de detener el operativo”, reconoció.
El Ejecutivo añadió de que existe una preocupación por parte de Estados Unidos debido al tráfico de drogas sintéticas, principalmente del fentanilo, el cual se ha cobrado más de 100.000 muertes entre mayo de 2020 y abril de 2021, de acuerdo con información publicada en noviembre pasado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.